El Dream Team llegó a Kansas por un Sueño Americano y se llevó una Pesadilla Canadiense
Por: Alejandro Cabero
Fotos: Walfri Rodas
En un partido amistoso, Estados Unidos sufrió una derrota 2-1 ante Canadá en Kansas City. Desde 1957 que Canadá no le ganaba a Estados Unidos en su casa. Pocos esperaban que Canadá les recordara a los americanos que para jugar fútbol hay qué meter más goles qué slogan publicitarios.
Y es que el equipo estadounidense, plagado de jóvenes promesas, simplemente no pudo ante el Canadá bielsista de Jesse Marsh que supo presionar cuando más lo necesitaba y asfixió a los yankees.
El partido comenzó con un gol de Jacob Shaffelburg al minuto 17, cortesía de Jonathan David (el jugador del encuentro). Ya desde ahí se olía lo que vendría. Los estadounidenses muy preocupados intentando encontrar el balón en posesión canadiense, y sin mucha idea de qué hacer con él cuando lo conseguían. Pulisic y compañía apenas inquietaron a Maxime Crépeau en el primer tiempo. Schulte, el arquero estadounidense, hizo lo posible pero cuando tienes a Jonathan David y Alphonso Davis con hambre de gloria enfrente y un equipo americano inseguro y sin ideas, la cosa no es fácil.
Y cuando llegó el segundo gol canadiense en el minuto 58, otra vez David demostrando que sabe hacer magia con el balón, la cosa parecía sellada. El pobre Ream intentó, pero la juventud y velocidad canadiense lo superaron.
Al minuto 66 apareció Luca de la Torre con un gol que, seamos sinceros, fue más de suerte que otra cosa. Buen toque, sí, pero Canadá hacía rato había aflojado la máquina y ya estaba pensando en el próximo partido.
Estados Unidos lo intentó con Pepi, Cowell y compañía, pero la verdad es que esta vez los yanquis quedaron a deber. A pesar de dominar la posesión en el segundo tiempo, no encontraron el segundo gol, y Canadá, con 17 disparos al arco (9 más qué Estados Unidos) demostró que para ganar hacen falta hambre, presión, transiciones y disparos al arco, todo de lo qué careció el local.
El próximo amistoso de Estados Unidos será el Martes 10 de Septiembre en Ohio, Cincinnati, cuando los locales reciban a la modesta Nueva Zelanda a la qué la Selección de México le acaba de propinar un 3-0 incuestionable.